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viernes, 25 de julio de 2008

SENADO URUGUAYO APRUEBA ADOPCIÓN DE NIÑOS POR PAREJAS HOMOSEXUALES


Con gran malestar en la Iglesia Católica, el Senado uruguayo ha aprobado un proyecto de ley que incluye la adopción de niños por parte de parejas gays, modificando el Código de la Niñez y la Adolescencia, según fue publicado, entre otros medios, por la página Ambiente G, que transmite su regocijo por los avances logrados en la legislación uruguaya, poco tiempo después de la aprobación de las uniones civiles entre personas homosexuales.-

La propuesta salió adelante con 17 votos a favor, de un total de 25 legisladores que se encontraba en ese momento en el Senado, no prosperando, en cambio, un proyecto del Partido Nacional que lo prohibía expresamente.-

La Archidiócesis de Montevideo, a través de un comunicado del Instituto Pastoral de Bioética "Juan Pablo II", consideró "altamente negativo" este proyecto de ley en el entendido de que "constituye una transgresión a los derechos del niño".-

Para la Iglesia, los homosexuales deben ser respetados como personas, pero ese respeto y esa tolerancia "no implican que la sociedad deba admitir, como legítimo, el presunto derecho de las parejas homosexuales a adoptar niños" pues no se les puede imponer "una forma antinatural de convivencia" a "tantos niños y niñas uruguayos que ya tienen suficiente con carecer de una familia, y no necesitan que encima se les imponga la carga de una crianza antinatural".-

El comunicado afirma que la familia "es la base de la sociedad porque, sustentada en la unión de un varón y una mujer, tiene la posibilidad de trasmitir la vida y con ello posibilitar el desarrollo de la misma sociedad. Este es un principio de ley natural que va más allá de nuestros gustos, preferencias o creencias y que además está recogido en la Carta Magna".-

La Iglesia entiende que los niños requieren de una figura paterna y de una figura materna. "Una pareja homosexual, que por serlo no puede brindar esta presencia, no está objetivamente en condiciones de reclamar el derecho de adoptar niños", según el comunicado. Además señaló que la evidencia científica internacional indica que hay mayores porcentajes de homosexualidad en niños que fueron criados por parejas homosexuales.-

También niega que la adopción de parejas homosexuales sea necesaria para sacar a los niños de la situación de calle, teniendo en cuenta la cantidad de parejas heterosexuales que esperan para adoptar y demoran por culpa la burocracia. Así, legisladores del Partido Nacional, contrarios al proyecto, señalaron que hay 200 parejas en la lista del INAU, que da en adopción unos 60 niños por año.-

El Comunicado del Instituto Pastoral de Bioética recuerda que, de acuerdo a la Convención Internacional de la Haya y al Código de la Niñez y de la Adolescencia, en la adopción siempre debe primar el interés del niño pues la finalidad del proceso es encontrar una familia para un niño y no encontrar niño para una pareja (el destacado nos pertenece).-

La Iglesia entiende que en este proyecto de ley se invierte el orden al posibilitar que el niño esté al cuidado de dos personas del mismo sexo y no se respeta el interés superior del niño que debe ser criado por un hombre y una mujer para un buen desarrollo. "Un niño no sólo necesita afecto y alimentación sino que naturalmente, para su correcto desarrollo psico-afectivo, necesita ser educado y formado en lo posible por un padre y una madre", expresa la Institución, quien se pregunta qué respuestas se deben dar a los niños que al ser adoptados por una pareja homosexual sufran tensiones psicológicas generadas por el entorno en el que viven y cómo se les explica las diferencias con sus amigos que tienen madre y padre.-

La Iglesia, que manifiesta tener esperanzas de que dicho proyecto no prospere en la Cámara de Diputados, sostiene que antes de votar, los legisladores deben hacerse estas preguntas:

"¿A mí me hubiera gustado crecer en una familia con "dos papás" o con "dos mamás"? ¿No fue mejor acaso, crecer con un papá y una mamá? Si mi mujer y yo tuviéramos un accidente y falleciéramos ambos... ¿estaría de acuerdo en que a mis hijos los adoptara una pareja homosexual, o preferiría que los adoptara un matrimonio común y corriente? ¿Cómo puedo imponerles a unos niños que carecen de libertad, de conciencia, de voz y de voto para decidir por sí mismos, la obligación de ser criados por una pareja de homosexuales, si no es lo que querría para mí ni para mis hijos?".-


Estas preguntas serían obligadas para todos, y de hecho, lo son, aún para los homosexuales, que, al contrario de lo que pudiera pensarse, no están unánimemente de acuerdo con la posibilidad de que se les permita adoptar niños, sobre todo, por el sufrimiento que les acarrea vivir según su condición.-